Relato de una Nueva Mirada de Carolina

Relato de una Nueva Mirada

   “En la jerga humanista, la mayor vocación de la fotografía es explicar el hombre al hombre. Pero las fotografías no explican; reconocen”

                           Susan Sontag   

 A través del arte del retrato fotográfico, Carolina Brito Durán ha desarrollado un cuerpo de obra que acentúa su mirada en el ser humano y las problemáticas que este enfrenta como miembro de una sociedad desigual. Esta corriente artística, que tiene por objetivo captar, crear conciencia de clase y mostrar la marginalidad y vulnerabilidad de determinados grupos humanos, recibe el nombre de Realismo Social. En la disciplina de la fotografía se le denomina Fotografía Social. Grandes referentes chilenos de esta tendencia a nivel nacional e internacional son Antonio Quintana, Domingo Ulloa y Sergio Larraín. 

  Los primeros trabajos de esta artista quillotana de nacimiento abordando esta temática con la finalidad de expandir el conocimiento de los problemas sociales y vivencias de las personas de su ciudad, tuvieron como protagonistas a adolescentes en riesgo social que cursaban su primer embarazo, en un proyecto titulado Encuentro con la Maternidad en Madres Adolescentes y Primerizas. Posteriormente, en su proyecto Madres Cuidadoras, pudo mostrar la realidad de mujeres que han debido postergar sus vidas para dedicarse al cuidado de sus hijos. En ambos proyectos es palpable la influencia de sus maestros Elisa Díaz Velasco y Lincoyán Parada, teniendo este último un importante rol en su aproximación a los temas sociales, a través de sus series dedicadas a explorar la realidad de los mineros de carbón de Lota y la identidad visual del pueblo mapuche urbano .

Siguiendo esta línea temática, la exposición Relato de una Nueva Mirada, indaga en la problemática de la transformación cultural, social y económica relacionada con la inmigración haitiana en la ciudad de Quillota durante esta última década. Para esto la artista realiza un trabajo de investigación etnográfica, vinculándose con grupos de inmigrantes haitianos en riesgo social, participando activamente en instancias de integración sociocultural, para posteriormente visitar sus hogares y retratar a estos hombres, mujeres y niños en el entorno que habitan. Al respecto Carolina Brito señala “me interesa retratar sus rostros, porque hablan, tienen texturas, gamas de tonos de piel”. Esto produce una sensación de empatía con sus retratados, y le permite manejar con más soltura el trabajo artístico produciéndose una cercanía con el sujeto fotografiado.

 En cuanto a la técnica, prefiere retratar con lente fijo de 50 mm para lograr una atmosfera intimista de encuadres generalmente de ángulos cerrados para centrarse en las miradas; usa la iluminación precisa para intensificar el rostro en las variadas las gamas de grises que le interesa mostrar en sus fotografías en blanco y negro.

 Finalmente, la muestra fotográfica encierra un trabajo artístico de parte de la autora a través de su particular mirada, involucrándose con el tema fotografiado, puntualmente migrantes haitianos, para posteriormente realizar un trabajo de edición artística en el que se puede apreciar la influencia de la fotógrafa peruana radicada en Estados Unidos, Mila Wells, de quien fue alumna en Perú. A través de dicho proceso de edición la artista logra entregar al espectador la posibilidad de transitar entre la idealización y la realidad de la imagen, para mostrarnos al sujeto como un otro que nos identifica, es decir, una construcción de nosotros mismos.

 Sin duda esta nueva mirada contemporánea de Rostros de Chile  traduce la visión humanista con valor, social y patrimonial de Carolina Brito Durán, y al mismo tiempo nos hace preguntarnos si el arte y la realidad son una. Al observar las fotografías exhibidas en el museo es posible qu

 obtengamos respuestas en la nueva iconografía social chilena para reconocernos en el otro.

Antonella Rojas Auda

Magister en Arte 

Artista Visual                                                                                         PRIMAVERA 2021